Con nuevos integrantes, pero sin lugar para ensayar

Siendo tres integrantes, y con tres temas de la banda anterior, nos servían de referencia, uno, para mejorarlos, y segundo para seguir la tendencia de los mismos.cap_2_foto_1

En pleno verano, lo que es Enero estuvimos re-trabajando esos tres temas llamados: Euforia Crepuscular, Aion, Atómico. Fue un mes muy caluroso, y ensayábamos al aire libre, debajo de árboles en el patio de Cristian, entre cervezas y amplificadores, disfrutando de buen rock and roll.

A pesar que no había apuros, yo siendo muy obsesivo en éstos temas de música, me era primordial buscar otro guitarrista y un vocal. No quería pasar meses y dejar que la inercia tomara decisiones por nosotros. No quería perder tiempo como lo que pasó con la banda anterior. Así que recurrí a dos ex-integrantes de una banda que tuve hace muchos años atrás (Sidonia). Ellos eran Pamela Vargas (voz) y Lautaro Barbaric (guitarra). cap_2_foto_2Ya siendo cinco personas, seguimos trabajando las canciones, creando ideas, y Pamela creando las líneas vocales.

A finales de febrero de ese verano, Pamela tuvo que retirarse por asuntos de su tesis y práctica profesional de su carrera. A pesar que gustó del proyecto, pero no estaba segura de poder tener tiempo para los ensayos. Así que nos quedamos sin vocalista, y peor aún, no teníamos lugar donde ensayar, ya que pronto se vendría el mes de marzo y el clima ya comenzaba a ponerse frío, y no podríamos seguir ensayando al aire libre. Necesitábamos con urgencia un lugar donde seguir ensayando y resguardar nuestros equipos.

Marzo y abril fueron meses de nuevas ideas. Por mi parte, yo escribiendo nuevas letras, de todo tipo de temática, inspirándome en lo que sea, y los fin de semanas nos juntábamos para aplicar las letras y líneas melódicas a las ideas de guitarras de Cristian y Lautaro.

Un día publiqué en internet aviso de búsqueda de arrendar una sala, un cuarto, lo que fuese, ya que sabía que el estar arrendando por horas en salas de ensayo, no tienes el tiempo suficiente de trabajar tranquilo, con el reloj amenazándote continuamente, más aún, que los temas necesitaban un trabajo minucioso, se necesitaba tiempo indefinido para trabajar calmadamente y sin apuros.

A las semanas de la publicación hecha, recibí un llamado de un tipo que tenía una sala disponible para arriendo, excelente!

 

Francisco Arancibia / Diciembre del 2010